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PEC 2 - Enfoque de mi intervención: Necesidad de compensar y potenciar el aprendizaje de segundas lenguas


Mi tutora, me pidió que indagara sobre temas relacionados con el bilingüismo y me propuso tener una charla con las tutoras de la etapa de Educación Infantil, aquí presento la teoría que utilicé en la misma, fué una reunión muy interesante.




Muchas de las familias de niños y niñas que inician su escolaridad en nuestra comunidad autónoma eligen una enseñanza bilingüe.
La situación más usual es la de los niños que en su ambiente familiar adquieren el castellano como lengua materna y lengua de uso y para los que el euskara es la lengua de escolarización, bien sea en el modelo D o en el B. Si bien es ésta la situación más habitual, no hemos de olvidar otras situaciones como las de los niños y niñas cuya segunda lengua es el castellano, ya que en su entorno familiar utilizan el euskara; o bien las familias provenientes de otras lenguas y culturas diferentes y para las cuáles la lengua de uso en el ámbito escolar puede ser el castellano o el euskara. Resulta así que para la mayor parte de los niños y niñas es este momento de inicio de la escolaridad y en el marco escolar cuando se ponen en contacto por vez primera con una lengua diferente.
Lo habitual es que los alumnos de esta edad, entre los 3 y 5 años, cuando llegan al centro escolar por vez primera tengan adquiridos una buena parte de los mecanismos, competencias y estructura de su lengua materna y que puedan hacer uso de ellos en la adquisición de una segunda lengua. A este respecto existen experiencias en nuestra realidad educativa próxima y también estudios provenientes de distintas teorías de la adquisición del lenguaje que explican que en el momento en que los niños pequeños se enfrentan a la adquisición de una segunda lengua, cuentan ya con un bagaje extenso y suficiente de experiencias conocidas y vividas en su lengua materna, de un repertorio lingüístico que pueden utilizar en ellas, de conocimientos culturales que les permiten intervenir adecuadamente en su mundo y, lo que es más importante, disponen de estrategias ya probadas que les permiten adquirir lenguaje.
Por tanto, lo que interesará es cómo pueden ser aplicadas estas estrategias comunicativas y lingüísticas adquiridas en el aprendizaje de su lengua materna en la planificación de la segunda lengua.

 Hoy día se conoce que el proceso de adquisición de la segunda lengua se realiza de forma natural, de modo semejante a como se adquiere la primera, especialmente si esta adquisición se realiza en edades tempranas, como es el caso de las situaciones de bilingüismo en la edad infantil.
No obstante, en la mente de todos y todas están algunas situaciones escolares de grupos, niños o niñas concretos, que llegan al ámbito escolar cuando estas condiciones de adquisición de la primera lengua no se encuentran suficientemente elaboradas y están aún en un proceso de adquisición. Es evidente que algunos de
estos casos deben ser contemplados de forma explícita en el programa de aula, ya que habrá que introducir en él programas de compensación, estimulación y refuerzo.

Algunos factores que definen situaciones de refuerzo en este sentido son:
  • Factores relacionados con el ambiente social y familiar de algunos niños y niñas que carecen de estímulos culturales suficientes o han estado privados de atenciones adecuadas y su lenguaje evoluciona a un ritmo más lento.
En estos casos no suele estar comprometida la competencia comunicativa con el entorno, ni la funcionalidad de la misma; se trata de aumentar las capacidades en la expresión, que suele ser pobre, mal estructurada, y que mejora con los programas de compensación y refuerzo general. Asimismo, algunos niños y niñas provenientes de culturas y lenguas diferentes pueden necesitar un mayor tiempo de adaptación e igualmente se verán muy beneficiados de los programas de refuerzo general.
  • Factores intelectuales.
 Algunos niños y niñas con limitaciones en sus capacidades necesitan refuerzos específicos para desarrollar las destrezas comunicativas. Hoy día se sabe que la competencia comunicativa que se adquiere en la primera lengua puede adquirirse en una segunda y que esto también sucede en los niños con algún tipo de limitación intelectual, siempre que estén adaptados determinados factores del ambiente escolar y del aprendizaje. Un criterio que debería guiar la actuación escolar es que debe primar siempre la capacidad de comunicar en la forma que sea posible para el niño o niña; al igual que todos los niños pequeños, también ellos se expresan de otras muchas formas antes que hablar y verbalizar. Otro aspecto a considerar es que, de la misma forma que se adaptan para ellos los objetivos de otras áreas de su desarrollo, también han de adaptarse los objetivos comunicativos en el aprendizaje de la segunda lengua, necesitando un mayor refuerzo mediante el uso de apoyos extralingüísticos como los gestos, símbolos y gráficos visuales y la elección de situaciones de aprendizaje significativas y reales. En general puede decirse que las medidas de refuerzo son las mismas que se utilizan en el aprendizaje de todos los niños y niñas, pero se contempla un mayor tiempo de adquisición y unos objetivos comunicativos adaptados y acordes a su capacidad.
  •  Trastornos específicos de adquisición del lenguaje.
Cuando se trata de un trastorno específico en la adquisición del lenguaje, como la sordera o la disfasia, ha de primar siempre el criterio de facilitar a este niño o niña un medio que le permita formar su pensamiento, adquirir conocimientos y comunicarse con el entorno. En este sentido, y junto con las decisiones que hay que tomar respecto a posibles métodos alternativos o aumentativos que pueden ayudar a desarrollar estrategias de comunicación verbal y el tipo de apoyo y de reeducación necesaria, habrá que considerar qué modalidad de escolarización es la más adecuada y, sobre todo, cómo se adaptan para ellos los conocimientos básicos de la segunda lengua.

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